Antes de asistir a la presentación de Carla Bulgaria Roses Beauty, no conocía muy bien el proyecto de Carla Royo-Villanova pero la seguía en Twitter, por lo que me llamaría la atención en algún momento y al igual que lleno el escritorio de fotografías inspiradoras, decidí seguirla... ¿Intuición, casualidad? No lo sé...pero puedo decir que su proyecto me ha encantado.
Carla es una persona muy familiar, con unas ideas muy claras, con mucha fuerza de voluntad y que derrocha alegría y cercanía. Su línea de cosméticos se llama Carla Bulgaria Roses Beauty, porque llevan en su composición rosas de Bulgaria; se enamoró del Valle de las Rosas de este país en uno de sus viajes y tras volver a España con muchos productos para ella y para sus familiares que incluían en su composición esta preciosa flor, decidió lanzar su propia línea. Esta decisión no ha sido un camino de rosas valga la redundancia, pero Carla ha conseguido crear una línea muy completa con rosa de Bulgaria, asociándose con personas de su familia, creando la imagen de campaña en un photoshoot en el jardín de su casa con la ayuda de una amiga y de sus hijos y sin hacer publicidad tradicional. Un sueño hecho realidad.
Por ello, he decidido probar algún producto de su línea, así que en cuanto pueda me acercaré a El Corte Inglés para adquirirlo. Pero (siempre tengo un pero jeje) lo que me daba un poco de miedo era la fragancia, ya que para los olores soy un poco especial, pero al abrir una de las pequeñas muestras que nos dieron, salió una fragancia muy familiar para mí, un olor de mi infancia, que relacionaba con Madrid. Hablando con mi madre todo tuvo sentido, así olían las cremas de mi bisabuela, a la que íbamos a visitar a Madrid cuando mi hermana y yo éramos pequeñitas.
Así que el sueño de Carla se convierte en cierta manera en el mío, ya que un olor puede transportarte a otro momento de tu vida, a un momento dulce y recordarte a personas a las que quieres.
Con Gracia (Paseando Con), Carla (Carla Bulgaria Roses Beauty), Marta (Leather & Ice Cream), Lara (El mundo de Sissuka) y María (Mar de Happylidad).
Fotografía: Caperu & Co.